En esta fase nos ocupamos del zurcido y del control del tejido crudo, que necesariamente debe presentarse en rollos.
Los tejidos se inspeccionan con la finalidad de eliminar todas las imperfecciones y defectos, y quedan perfectamente enrollados.
Todas las piezas de tejido crudo controladas se marcan con una etiqueta especial que recoge los datos del cliente y del tejido.
Todas las actividades realizadas en esta fase se anotan y señalan en las correspondientes fichas de control y en las denominadas listas de embalaje. En estos documentos señalamos los datos técnicos de la pieza, los defectos hallados y un pequeño comentario sobre el trabajo realizado.
De ese modo, el cliente sabe de las actividades que hemos realizado y tiene un historial de los artículos controlados.